Tú eres la misma persona cuando estás sobre la esterilla de yoga que fuera de ella. Practicar yoga es una oportunidad para observar tus hábitos y tendencias. ¿Te rindes fácilmente? ¿Trabajas demasiado pero no muy eficientemente? ¿Te recriminas cuando las cosas no salen bien? ¿Te pavoneas cuando salen como esperabas? Cuando practicamos yoga nos procuramos un espacio para observar todos esos comportamientos sin hacer ningún juicio de valor, ya que el fin es ganar en perspectiva y promover un cambio que sea positivo y duradero.
Practicar yoga es una oportunidad para observar tus hábitos y tendencias.
CINCO PASOS PARA RECORDAR EN TODO MOMENTO
PASO 1. CONVERTIRSE EN UN OBSERVADOR
Es muy interesante tomar distancia y observarse. Cada vez que lo hagas aprenderás algo nuevo. Dedicarte a observar tus acciones te saca del "modo reacción". Tienes más tiempo para observar lo que está sucediendo y adecuarte a ello.
PASO 2. OBSERVAR SIN JUZGAR
Recuerda que no debes hacer ningún juicio de valor mientras observas. Si te limitas a observar sin juzgar, puedes aprender mucho sobre tus hábitos y conductas. Esto no significa abandonar tu capacidad de diferenciar lo que es bueno de lo que es malo, sino que tienes que hacer una pausa para observar y evitar así las reacciones impulsivas.
3. ESPERAR
La razón por la que se llama práctica es precisamente porque requiere practicar. Y deberías hacerlo todos los días. Al principio creerás que no produce ningún efecto, pero si perseveras tu cuerpo se abrirá y fortalecerá y tu mente se calmará y estará más atenta. Ten paciencia contigo mismo. El yoga no siempre muestra sus efectos cuando tú lo deseas, se requiere tiempo para obtener sus beneficios. Disfruta del proceso y recuerda que la vida es un trabajo constante en el que tú estás siempre metido, por lo que a veces te cuesta ver el progreso.
4. CONTINUAR
Si tienes el impulso de abandonar la práctica porque no sientes ningún efecto positivo, sigue practicando. Aunque no lo notes, las cosas están cambiando en tu cuerpo y en tu mente. Confía en el proceso. Confía en ti mismo. No te decepcionarás.
5. NO PREOCUPARSE
No hay nada de qué preocuparse. Estás justamente donde debes estar y tienes todas las herramientas que necesitas.
Cuando tu mente se calma, todo se abre. El estrés desaparece, las preocupaciones se diluyen, el cuerpo está cada vez más sano y tus niveles de energía son cada vez más altos. El único obstáculo que tienes en el camino es pensar en tus limitaciones. Recuerda que todo está dentro de ti. Siempre. Y lo único que tienes que hacer es relajarte y prestar atención.
Estás justamente donde debes estar y tienes todas las herramientas que necesitas.
CUIDA DE TI MISMO, Y EL YOGA TE SEGUIRÁ
Si la claridad, la atención, la relajación y la tranquilidad se encuentran entre tus cualidades, estás preparado para sentirte muy bien practicando yoga. Recordar esas cuatro cualidades, así como la importancia de CUIDARSE, puede resultar muy útil en cada una de las etapas del camino.
CLARIDAD.
Saber lo que estás haciendo y por qué. ¿Te has dedicado al yoga para curar alguna dolencia específica, para deshacerte del estrés o por cualquier otra razón? Tus razones pueden cambiar a diario, pero es útil tener en cuenta cuáles son. Tu decisión de practicar yoga y el hecho de acercarte a la práctica con las ideas claras, te permitirá iniciar el camino y mantenerte en la dirección correcta.
ATENCIÓN.
Ahora ya sabes que la atención es la base del yoga. Prestar atención a la respiración durante la meditación y los ejercicios de yoga (meditación en movimiento) requiere práctica. Debes ocuparte de guiar nuevamente tu atención cada vez que se disperse.
RELAJACIÓN.
Resulta interesante que tengamos que aprender a relajarnos. Invertimos gran parte de nuestra vida preparándonos para la "batalla de cada día" con nuestras familias, nuestro jefe o nuestra lista de cosas por hacer. Sin embargo, cuando nos deshacemos de la tensión y abandonamos la lucha, se genera más espacio tanto en el cuerpo como en la mente. Una vez más, todo se basa en la respiración. Las respiraciones conscientes y profundas abren el camino hacia la relajación.
TRANQUILIDAD.
Encontrar la tranquilidad y el alivio corporal y mental es esencial en yoga. Cuando tu respiración se acorta y se acelera, recuerda que puedes guiarla para que vuelva a ser lenta y profunda. Tu cuerpo y tu mente seguirán el ritmo de la respiración. No se trata de que intentes "dominarla", simplemente debes prestarle atención...y los pulmones se abrirán solos.
Tu cuerpo y tu mente seguirán el ritmo de la respiración.
(Extraído de "El Yoga Cura", por Tara Stiles)
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